15 mar 2014

El es Carlos y ella es Ana.

Él es Carlos y ella es Ana. Grafito: Ana Brett
El es Carlos y Ella es Ana.

Carlos me propuso ir a Maracaibo a buscar un lugar para celebrar nuestra boda. Él deseaba un lugar más urbano, yo pensaba en el aire libre. Esa noche en Maracaibo nos despertamos a las 5:00am por instinto, pero decidimos seguir acostados, para luego ir a desayunar. Paramos en un café de la avenida 8, de esos lugares que encuentras en las esquinas. Es la vida que nos gusta, un simple café, una simple comida en un bello lugar con árboles en las aceras. Esta ciudad significa mucho para nosotros, allí nos conocimos. Pero como Punto Fijo es nuestra casa, decidimos hacerla en nuestra ciudad natal, hacer una boda en 2 meses, sencilla y sin complicaciones.

Pensamos que antes de casarnos cada uno debia tener una razón independiente de vida. Saber quien es cada quien, para no perderse luego en el camino. Una querida amiga me dijo, "Antes que la vida se complique has lo posible por cumplir los sueños". Sé que eso es importante, claro la vida puede complicarse con las responsabilidades, pero sin llegar al matrimonio poniendonos paredes. Nada en la vida puede impedir que los sueños se hagan realidad, nunca es tarde para comenzar. He leído de tantas mujeres que lo han logrado casadas y con hijos, que no hay porque detenerse. Decidimos cumplirnos sueños con nuestra boda y eso se vio reflejado en el ambiente.

Imaginé que en nuestra boda la gente iría vestida como para ir a una exposición de arte, todos bohemios tomando vino, relajados escuchando el sonido de fondo de mis abuelos, mientras veían los cuadros y objetos hechos a mano que hablaran de lo que nosotros somos, de nuestras experiencias, de lo que significaba el amor para nosotros. Así la boda se volvió un collage de todo lo que nos gusta.  Mi amor por el arte, los escritos, el amor de Carlos por las historias, el cine, las cosas que parecen sacadas de alguna película.

Las bodas son tan personales, que afloran lo que en realidad somos, fuimos un día de casualidad a un hotel y nos enamoramos del ambiente, aunque jamás habian celebrado una boda en ese sitio. Mientras tomabamos un café con nuestro asesor Angel, algo nos gustó, la vibra de este asesor fue inmediata. Decidimos que cada persona que se involucrara con nuestro proyecto de boda debía sentir esa misma vibra que aportara algo positivo. De hecho todos los que se involucraron nos dieron muchas alegrías y se volvieron amigos.

Todos los sueños, las ideas, lo que imaginé que sería la boda se cumplieron esa noche.

Casarme en la iglesia con la arquitectura más bonita de la ciudad, recibir unas palabras espirituales o una bendición. Fue casualidad, cuando mi abuela me dijo que era la misma iglesia donde se habia casado ella con Marcelino. Queríamos una foto especial en el portal de la iglesia con la luz de las estrellas de navidad.

El portal de la iglesia Guadalupe. Foto: Andrea Perez Oops

Deseaba tanto darle la sorpresa a Carlos de una música de entrada a la boda que nos recordará los días cuando nos conocimos. Entré a la iglesia escuchando Fix You y Sweet Disposition. Esa música los conmovió a todos, Carlos me esperaba conteniendo las lágrimas, lo que hizo llorar al resto. Nos acompaño luego La Cantoría de Punto Fijo, quienes se ofrecieron a cantar, y fue una sorpresa que una de mis primas estuviese cantando con ellos.


Llegando al altar. Foto: Andrea Perez Oops

También quería recordar a mis abuelos ya ausentes, los abuelos que me han inspirado toda la vida, su música, la música de clarinete en una cañonera paraguanera. Mi papá encontró a uno de los músicos que tocaba con mi abuelo Juvenal, así al entrar a la recepción y empezar a sonar la música, los recuerdos vinieron como lluvia y mis tíos y tías comenzaron a llorar. Fue natural cuando comenzaron a bailar el vals paraguanero.


El momento de escuchar a La música de Juvenal. Foto: Andrea Perez Oops

Quisimos también hacer una instalación artística, pues con poco se puede hacer mucho, nuestros amigos de Maracaibo nos ayudaron a encontrar muchos paraguas económicos y de colores, con los que Carlos armó un cielo.

Cielo de Ana y Carlos. Foto: Andrea Perez Oops

Nuestra boda bohemia tenía algo positivo, los detalles de las mesas eran sencillos y efímeros, nada en exceso, la mayoría de los objetos los trajimos de un corto viaje que hicimos a Buenos Aires, donde tuvimos la suerte de encontrar algunos bellos objetos y mi vestido de novia, que mi hermana me regalo, y pude cumplir otro sueño, llevar un vestido y un tocado que parecieran de antaño. Esto gracias al diseño de la marca María Vazquez y el tocado de las bellas y estilosas de Oh Nena, cuyo tocado me ayudaron a armar en su taller y me entregaron perfectamente envuelto con una nota.

Ana con vestido Maria Vazquez y tocado Oh Nena. Foto: Andrea Prz Oops

Cuando comenzamos a organizar la boda llevé un diario, registrando todo lo que pasaba y las ideas que iban saliendo, eso ayuda bastante a dejarlo todo claro, este diario fue el guión completo de nuestra película de boda, porque todo salió mejor de lo que imaginé, ver a todos nuestros invitados felices, sus caras nos lo dijeron todo. Escribí que quería sorpresas para todos y para Carlos, una bienvenida, una boda cercana, sin protocolo, con alegría, con un sonido de fondo y un bolo tradicional al natural. A nuestro amigo German, que es chef le encantó la idea y decidió regalarnos el pastel, cuando haces cosas de corazón la gente se involucra y también aman ayudarte. Ese día nos dejamos llevar, todo salió natural, nos dijimos en público nuestros deseos y les pedimos a todos que nos dejaran los suyos por igual.

Bolo tradicional Paraguanero de German Bracho. Foto: Andrea Perez Oops


Ver a las tías de Carlos bailar, con la música de los 80´s y Michael Jackson. También ver a mi familia y amigos disfrutar, a mi abuela en la iglesia, fue un momento muy especial.  Sentí mucha paz al organizar la boda, disfruté de todas las cosas que se hicieron a mano, y la ayuda que recibí de mis amigos, de mi hermana, de mi mamá, quien siempre ha sido mi aliento y mi empuje para cumplir todos los sueños que se me han ocurrido, ella solo dice: "Dale, después vemos como hacemos", además estaba tan hermosa y sonriente ese día.

Quiero manifestar que tuvimos la boda de nuestros sueños, que trabajamos ambos por hacerlos realidad. Una vida, una boda que te inspire no necesita de mucho, solo las cosas que verdaderamente disfrutes compartir. Agradecemos a quienes nos acompañaron ese día por regalarnos con su espíritu alegre, tantos bellos recuerdos.

Así que por último les comparto el vídeo que captó Andrea Prz de Oops, ella dice que teníamos una energía increíble ese día, seguro que sí, no sé cómo logré saltar tanto en tacones, y bailar creo que cada una de las canciones que sonaron. Gracias por regalarnos un día inolvidable. Que sean muchas las bendiciones que sean muchos más los sueños por cumplir. Gracias a la vida porque me tocó conocer a este compañero, Charlie.


Con amor. Que en todo tiempo el amor sobreviva.