15 ene 2014

Notas sobre Ana Vicenta




Abuela no solo tiene poderes de ver a través de tus pensamientos, saber cuando alguien miente es un arte que ha desarrollado; cuando yo era una adolescente mi madre nos cambio de una escuela religiosa a una escuela privada con gente de mayor estrato, la vida en esa institución era muy diferente, mientras en el otro colegio aprendíamos de cocina, hacer mercado, aprendíamos primeros auxilios, corte y costura, cerámica, teatro, además de las materias curriculares; en el nuevo colegio aprendimos las materias básicas y a pasar las tardes sin ninguna actividad extracurricular, solo en casa perdiendo el tiempo, así decidimos que era bueno andar de casa en casa con amigos y divertirnos al menos.  Un día en una cena de navidad mis amigos como de costumbre nos esperaban para ir a una fiesta y yo estaba desesperada por irme de la casa de abuela para poder complacer a estos nuevos amigos, abuela estaba observandome sin yo saberlo. Así que me agarró por un brazo y me dijo en un tono de voz que jamás le había escuchado entonar, “ya veo que estas muy desesperada por irte”, en ese momento me pasaron muchas cosas por la cabeza, era una niña que indudablemente la enfermedad del aburrimiento ya la había contagiado, y esa enfermedad solo se quita con conocimiento y conciencia.

Me quedé sentada en una silla observando a mi familia. Observando a mis abuelos del otro lado de la mesa. Me quedé allí con la culpa, ahí nació el regaño. Allí me vi distinta. 

Ana Vicenta. 2012. Cuadro que sirvió de portada para mi primer libro, y es uno de los cuadros que más me recuerdan a mi abuela.
 Lo comprarón el día que se inauguró la exposición de las pinturas que acompañaron al libro.