27 may 2015

Sobre lo que tenía que decir


Sabias que tenias que escribir un día sobre esto. Sobre ese sentimiento de culpa. Sobre esos comentarios que hieren. Sobre la incapacidad de separarte de la palabrería que otros se proponen a darte sin consideración, vaciando tu animo hasta el suelo. 

Te volviste un charco de palabrerías. Unas gruesas palabras en la que te ahogaste. te auto-saboteaste, y pusiste todas las malas vibras en no celebrarte nuevamente, por conseguir aunque le parezca extraño a todo el mundo, conseguir lo que tu querías para ti mismo. 

No falta quien se plante delante de ti a decirte, "Mira pero yo te recomiendo..."
ahí es cuando debes huir, empezar a meterte en tu propio juicio.

25 may 2015

Puerta Nro 15







Antes de que terminara de llegar el frío, pintando junto a la ventana un grafito nuevo.


Ilustrar también el proceso de dibujar. Play!



Saludos, Ana!




14 may 2015

Madrugada

Ana Brett 2012 Grafito / Parte de una página de "El Cuento de un Viernes"

Muchas noches mi cama se hacía pequeña y mi mente reproducía una escena de ojo de pez, la habitación se volvía angular o yo parecía salirme de mi misma. El sonido del aire acondicionado se hacía más lento, sentía un tambor que golpeaba en el pecho. Llegue a pensar que era taquicardia que me encontraba en una dimensión ajena. Mi hermana dormía a un lado, la penumbra de la niñez me sumergía. Era un dialogo con la madrugada tal vez, una escena que se repetía hasta quedarme dormida. No era capaz de poner los pies en el suelo frío, ni asomarme a esa ventana que ofrecía otra proporción de sonidos extraños. Clara despierta, ¿escuchaste eso?, pero Clara dormía, pues era ella la que veía espíritus mientras yo veía dimensiones. 

3 may 2015

Otra forma de Encuentro


Grafito por Ana Brett 


Nos metíamos a la cama mirando el techo tratando de ver forzosamente a través de la ventana. Muchas tardes debimos ir a dormir aunque no quisiéramos, muchas tardes éramos un grupo de niños que debían ver a través de la ventana si algo cambiaba, si algo pasaba en el patio. Tantas horas estando en el recuerdo, para encontrar el punto exacto donde todo empezó a cambiar, dónde empezamos a olvidar cómo éramos de niños. 

¿Si cuento lo que pasó cómo lo escribiría?

Hay quienes quieren escuchar historias, ¿no es parte de lo que somos?, las historias es otra imagen que se nos mete a la cabeza. Vi "Still Alice" hoy, ella dijo que las memorias  de su vida es todo lo que ella era. Recolectar recuerdos es parte de lo que somos, parte por lo que vivimos. Perderse en el vacío de una mente ausente, es una película de terror. 

¿Si escribimos nuestras historias no es parte para reencontrarse con eso que somos o fuimos alguna vez? En ese camino, cuando alguien más se tropiece con esas historias, es probable que se encuentre con esos seres que no le mostramos a nadie en público, pero que en la literatura muestran otro idioma, otra forma de encuentro, donde todo es aceptado, porque poco a poco nos metemos en la atmósfera que creamos y se vuelve valido lo que en la cotidianidad, juzgamos y no aprobamos.

Nuestras memorias escritas, se vuelven una voz, como un traductor que le pone palabras a nuestra desesperación cotidiana. Prefiero las historias a los libros de auto-ayuda. Sigo sin entender las recetas de 10 pasos para ser feliz, cuando aquello depende tanto de la voluntad. Las historias se van colando allí más sutiles, son voces que nos inspiran de alguna manera a ser más valientes, a buscar también nuestras propias maneras. Hay que leer bien entre líneas las biografías, develar los misterios de los que admiramos, pues a nadie le cayeron del cielo las oportunidades.