13 feb 2015

Seguimos siendo Carlos y Ana




Sí, habíamos estado tan distraídos, nadie nos había dicho que existía gente por ahí que vivía de otra manera. Pero cuál es la historia que quiero decirles, ninguna que me haga salir ilesa sobre el tiempo y como lo consumo. ¿Quién es el que sabe vivir? Yo solo les diré lo que escuché estando afuera…

“Yo quería aprender español vi en el mapa que Chile estaba ahí y me dije ¿por qué no?”
“Creo que allá afuera de hambre no nos moriremos ustedes son dos, pueden ir casi a cualquier parte y verán que cualquiera les ofrecerá ayuda.”
“Creo que me aburro de vivir en un sitio donde la gente es sumamente reservada, es que tía extraño hasta el olor a orina de ciertas callecitas.” 
 “Ah! ¿Eres mexicano? Pues cómo está eso de los estudiantes desaparecidos? Bueno sí, claro, entiendo, son protestas, claro hombre, pero igual, no hay país que la cague tanto como Venezuela.”
“Yo trabaje de Dj, fui mesonera, no sabía qué hacer con mi vida, hasta que cumplí 24 años, ya había viajado por ahí, hice de mochilera por Latinoamérica. Se puede ir de bus en bus por toda Latinoamérica y es muy barato.”
“Yo estuve en Camboya unos meses, es ridículamente barato estar en Asia unos meses.”
“Después del golpe militar en Chile mis padres nos llevaron a vivir fuera de aquí, regresamos hace unos diez años, Venezuela es mi mejor recuerdo carajita”
“He visto tanto paisaje hermoso, unas playas desiertas”

Nos hemos dado a la tarea de anotarlo.
Por la mala memoria un día se le olvida a uno que es bueno para algo. 
Soy de verdad de las que escriben y borran,
soy de las que tienen esa extraña enfermedad, la timidez.
Pero hacen aparición las palabras con dificultad,
esperan el territorio confiable.
Pero por un viaje descubrí que no hay problema
que puedes callar si te da la gana
que puedes hablar por igual y tomarte unas copas, y no hay problema.
que te puedes reír y que puedes hacer del amor lo que quieras,
verdaderamente no hay problema de levantarse a las 10 de la mañana y hacer algo de comida,
para acostarse arropados a ver una rara película de las que le gustan a él.
Esas caminatas necesarias para reencontrarse.
Hemos tratado de estar.
En realidad nadie está conforme con la pareja que escogiste,
con la ropa que llevas, de la forma como te peinas, ni menos con la vida que escogiste.
Por el viaje descubres que era mentira
que los viajes duraban dos semanas pagas en hotel con comida buffet.
Que le viaje significa otra cosa.
Y hay que hacerlo.
Mi compañero sigue siendo Carlos, nos dijimos hace un año y piquito que habíamos decido caminar la vida juntos, porque eso nos hacía felices. 

Espero que no se nos olvide.
Para Charlie.