3 mar 2015

Lo que nos está pasando.



Parece que se comieron todo, no queda más que la burusa sobre la mesa.
Cualquier día pasa lento y te preguntas si aquella falsa seguridad de tus cuatro paredes es suficiente o tendrá expiración.
Piensas con escalofrío que no podrás volver a salir, pues no hay derecho de ir y venir a donde quieras.
Se quedó pequeño el lugar o nos quedamos pequeños nosotros.
¿Nadie pronostica un alientico, ni una mirada volteará a vernos? 

Me quiero subir al tren con la garantía de volver alguna otra vez.
Pero no lo sabemos si las mismas preguntas te atacan.
Las mismas personas, las mismas colas que se reproducen.
La cantidad de gente reproduciéndose en un país sin garantía, tanta gente pasando trabajo al mismo tiempo.
Quién nos ayuda cuando empezamos a arrancarnos pedazos unos contra otros.

Si las mismas preguntas y conversaciones van y vienen,
si estamos en esa rueda de decirnos las mismas cosas,
¿aquí quien nos salva de morir secos y cansados?
Guardamos todo, luchando contra la desidia
Nos perdernos en aquel punto desde donde no podremos volver.

Si aquí contáramos nuestros propios #RelatosSalvajes.

Que una mujer me dice que debe tumbar la casa para hacerla más grande,
porque no le caben los muebles que compró.

Que la vecina se obsesiona con comprar leche, se cala la cola y se cala las madrugadas cuando descargan la leche clandestina, compra todo lo que puede, pero ante la amenaza de esa fecha de expiración bebe todo truqui truqui, prefiere beber que compartir, le costó encontrarla ahora tiene cólicos y ganas de ir al baño.

Que hacen yoga en la mañana y salen con la energía arriba, sacan el carro del garaje y comienzan a manejar, pero se le atraviesa el primero carro y respiran profundo, en el semáforo alguien le quita el canal y pasa primero cuando dan la luz verde. Así se reproducen en las calles las señales del dedo medio arriba. 

Que cuando viene un momento de arrechera, pierdes el control y dejes salir en plena cola: “Sabe qué señora si quiere colearse coléese"

Que te digan que sí, que tienen el repuesto que estabas buscando pero que tienen que reajustar el precio que te dijeron la semana pasada, porque el dolar volvió a subir y sudas y te da dolor de cabeza, porque sabes que te están robando.

Solo quieres desahogarte decirle a tu amiga algo y compartirse ayudas para no parar a loco, pero las amigas se fueron, se las llevo el país o la crisis.

Sí. Nadie está a tono.
Sí. Todo esto pasa en esta realidad.