13 mar 2015

Mujeres bonitas




Practicamos el jugar en silencio, 
para no hacer más obvio que los planes pueden ser muchos mientras Dios se ríe.
Intentamos caminar honestamente pero la corriente te arrastra, 
debes ser el que cobra comisiones, el que revende, 
el que paga por gestores, el empleado mal pagado,
debes ser el que se come la luz del semáforo, ante los cornetazos de quien está detrás.

En la corriente unos preguntan,  ¿Donde está el merito en eso?
de hacerse casa con comisiones. ¿Donde está lo que llaman digno?

Salimos todos los días a repetir historias, 
diciendo de boca en boca que somos lo que somos,
por aquello de la flojera, por la ley del más vivo,
quien hace más trabajando menos,
porque nos merecíamos esto, 
el país de gente que vota para pasar hambre, 
que le dice que sí y le abre los brazos a quien lo oprime, 
somos el país de las mujeres bonitas, 
el de las peluquerias. 

Las noticias siguen saliendo,
venezolanos se quedaron atrapados en medio de eventos desafortunados.
La libertad de movimiento está suspendida hasta nuevo aviso. 

Cuando ya no somos el país de mujeres bonitas,
no habrá quien tenga làstima por eso.
Pues afuera el mundo sigue siendo el mismo manicomio 
y nosotros estamos en uno sin ley.