25 jun 2015

Juvenal

Abrí la caja de los recuerdos,
abrí otra vez el escaparate.
Cuando esperaba que él saliera de la habitación para registrar sus cosas.
Queríamos encontrar los secretos de la figura alta e india de un abuelo que me era desconocido.
Pero jamás encontré entre tus cosas este manuscrito.
Este es el libro que escribió mi abuelo, lo supe solo hasta ahora.
Podría ilustrarlo, me haría bien.

Leí el prologo, sentí que me hablabas.
Sí, la inseguridad, demasiada humildad, querías tu mismo restarle importancia al manuscrito.
Pero abuelo por qué tendríamos que tener tanto miedo a hablar en voz alta.
A explicar en texto, tanto dolor, tanta vida,
Se nos escaparon las palabras.
las bebidas para ahogarse me robaron tus palabras
no hay manera ya de recordar tu voz
no se en que abismo quedó aquello que no dio tiempo de conocer
dejaste un libro y no lo sabía.

Te leo ahora. Te releeré
Por tantas frases que escribiste, a las que deba hacerle sus altares:

"La noche se deja venir con tranquilidad pasmosa, envolviéndolo todo en su manto negro y frío."




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