31 dic 2015

Caja para el sueño



_ No te preocupes, ya vuelvo, déjame ver si ya no hay nadie afuera.

_ Espera... Hay que salir de la caja, hay que salir de las almohadas, el compromiso era llevarnos las pesadillas, ese era el negocio.

_ No te das cuenta... con cuatro muñecas por caja, nos rendía la cosa, pero ¿Qué ha pasado estos días? Tú lo sabes, ya los has visto; van a acostarse a dormir sin rezar el “Ángel de la Guarda”, toman coca cola antes de cepillarse, les da por dormirse con la pantalla encendida, ¿cómo no quieren tener luego pesadillas?

_ Pero el negocio estos días prospera, aunque seguimos siendo cuatro por caja.

_ ¡Claro! y estamos sinceramente agotadas. Tenemos que entrar y salir de la habitación cuatro veces por noche, cuando antes era una sola pesadilla al mes. Hasta el ratón de los dientes se está quedando sin trabajo, y están pensando en inventar al “Hada de Uñas”, por aquello de que les da por comérselas antes de  dormir, mientras sus padres ven el canal de noticias. Pero les he repetido que ese tampoco es negocio ni idea romántica.

_ Por supuesto, imagínate lo fea que debe ser un hada de las uñas.

_ Así que propongo esta noche ir arriba, a la última habitación de la casa. Es allí donde encontré el otro día la caja grande. Cosa extraña que la hayan olvidado. Podemos buscarla y ponerla de nuevo junto a las camas. Lo que hay dentro de la caja les quitará el sueño unos días, tendremos un plan para luego, para cuando las ocho horas normales de sueño se restablezcan.

_ ¿Pero que hay en la caja? ¿Qué es tan importante que quita el sueño?

_ En la caja esta la receta especial de Toddy de la abuela, una manta tejida por ella también, varios tés de toronjil,  un Vaporub, una lamparita y tres libros de cuentos. Lo pondremos allí sobre la cama.

Ya decía la abuela, que ese era el kit para antes de dormir y en último caso, cuando las medidas fueran extremas y el sueño no viniera solo, nos dejaba a nosotras, a las cuatro muñecas de trapo en nuestra cajita de madera, para que hiciéramos nuestra tarea de llevarnos las pesadillas. Pero ya hemos patrullado muchas noches, hasta a nosotras mismas se nos había olvidado el asunto, ya es hora, nos iremos de huelga y dejaremos la caja bajo la almohada como reemplazo.

_ ¿Y qué harán ellos sin nosotras?

_ Lo de siempre, tendrán que volver al principio,  y que los inventos de la abuela les ayuden.  

Ana Brett.
anabrettgrafitos@gmail.com


Mi colaoración para la Revista Avanti
Venezuela
Texto e Ilustración: Ana Brett
Último cuento del año...
Muchas gracias por este año!!
Espero nos sigamos encontrando en este Blog, gracias por sus visitas!

Cariños
Anita!


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