5 ene 2016

Para Maritza

Algo tienen las palabras, 
son capaces de abrazarte más fuerte, de aguraparnos. 
De hacernos llegar al llanto.
Tienen alma propia, cambian con el tiempo, 
tienen su significado propio, contagian.  


Algo tienen las palabras, te levantan y te hacen recordar que está bien leerlas varias veces hasta que las entiendas. Solo alguien como Maritza podía dejar ver cómo la asaltaban las palabras cuando un párrafo sobre Andrés Bello terminaba en, "te amo". Es pura la emoción de escribir, eso era ella.



Gracias por las palabras que hoy sumo a la herencia.

gracias Maritza
Que en paz estés. 




Palabras de Maritza para mi libro Angora:




GRACIAS DIOS POR EL TALENTO DE ANA BRETT


Las creaciones infantiles / Necesitan de ternura
Anita expresa por miles / Sus palabras con holgura
Talento Paraguanero / Del cual me siento orgullosa
De un VIERNES narró primero / En casa de su abuelita
De ANGORA escribió segundo / Jugando con sus primitos
Son dos obras hacia el mundo / Para adultos y niñitos 
El sábado 29 de Noviembre se celebró el DÍA DEL ESCRITOR. Felicito a todos los venezolanos, que ejercen este oficio. Es en conmemoración del aniversario del Natalicio de Andrés Bello. Escritor, humanista y creador sublime. Su mayor legado (para mi gusto), es “LA ORACIÓN POR TODOS”: -“Ve a rezar hija mía… Por justos y pecadores, Cristo en la cruz expiró… La oración es infinita: nada agota su caudal…” ¡Dios! ¡Cuánto te necesito Andrés Bello! Me hace falta tu inteligencia, amor al estudio, patriotismo y sabiduría en general. Te amo. Gracias por existir para nuestro país, perdona que no te honremos debidamente. Bendiciones infinitas donde quiera que estés.

Agradezco también a Dios, los dones otorgados a esta joven escritora paraguanera. Ella es una orgullosa sobrina de Edgar, a quien considera su tío preferido. Y él es un reconocido periodista, articulista de este diario “La Mañana”, entre otras facetas. Anita nos cuenta sobre “un ser”, que existió en sus tardes de agosto, estando la pandilla reunida. Cuando los adultos dormían, los niños sentían miedo. Llama a reflexión, que cada uno de sus primos (Subi, Monona, Beto, Guri, Lunchu y Mendo), lo imagina de distinta manera. Le gustan los restos de comida. Sus ojos brillan en la oscuridad. De repente, todos ven aparecer montones de gatos entre los muros. Imaginaron que era una bestia y que ése era su ejército. Pero en lugar de eso, surgió una pequeñísima gata amarilla con sus gaticos. Se trataba de la inofensiva Angora. Les volvió el alma al cuerpo, y corrieron a buscar comida para alimentarlos. Desde esa noche, nunca más volvieron a tener miedo de criaturas misteriosas.
Ana nos regala su vivencia: -“Angora nació de la necesidad de volver a la madrugada y a los recuerdos, de reencontrarme con aquellos niños que fuimos. De ésos que aún jugaban al aire libre, los que ya sabían cómo ver su propio mundo. Los que inventaban escenarios para jugar en él. Y donde cada quien podía hacer con su realidad lo que quisiera”.- Angora le enseñó, -“que imaginar es increíblemente maravilloso, pero hacer que las cosas pasen en la realidad que vivimos, es mucho mejor”- Ella siente esto con absoluta propiedad. Con este libro experimentó que –“los milagros existen, que nada ocurre por casualidad, y que los recuerdos de cada quien y su forma de ver la vida, merecen ser narrados”-. 

Es la publicación número 13 de la Colección “La Edad de Oro”. Del programa de la Fundación Rosa y Guiseppe Vagnoni (FUNDAVAG Ediciones). Sin proponérselo (al menos, conscientemente), participó en el Primer Concurso de Literatura para Niños. El jurado (no estaba previsto), decidió otorgarle una Mención Especial. Ana ayudó al universo, en la realización del “milagro”, porque además de Arquitectura (LUZ 2.007), se preparó en Dibujo y Pintura en la prestigiosa Escuela de Arte Julio Arraga. Gracias a su dedicación al estudio, ilustra con maestría, los maravillosos textos que le dicta su privilegiada imaginación.

Doy gracias a Dios, por la existencia de las familias Brett Acacio y Lugo Yamarte, paraguaneras cien por ciento. Ellas me regalaron la oportunidad de presentar este libro, ante un nutrido grupo de niños gozosamente expectantes, durante la maravillosa mañana del jueves 18 de Octubre. Infinitas gracias por su cariño. Bendiciones para todos, especialmente a Ana. Para que continúe prestando su servicio a la humanidad, con todo éxito.

Punto Fijo, 04 de Diciembre de 2.014 / Maritza Siú Lugo