26 abr 2017

Objeto




Video casero
pintar en casa
hacer monos
echarles spray
poner música

Una cadena


Para D


Hoy comencé leyendo y escribiendo una lista de: 25 cosas que recuerdo, para mi clase de mañana. Salía el sol y releyendo, reconocí mi distracción, qué es lo lleva a uno a recordar cosas y querer olvidar otras, entonces pensé en hacer también una lista de lo que me da arrechera para botarla a la basura. 

Luego leí las noticias, en Venezuela cerraron todas las estaciones del metro de Caracas y como la gente no pudo llegar a sus trabajos se quedó protestando. Y luego otra más. Trump anunció que construirá el muro con la plata del Chapo. unos 21 mil 600 millones de dólares. Entonces busqué el mapa de la frontera entre México y EEUU. Vi la extensión que tendría el muro, y luego recordé una foto de los noventas donde se hablaba de un muro en la frontera que construyó Bill Clinton. No es nada nuevo. Esto me llevó a un video de youtube, donde César Millán cuenta cómo cruzó el mismo la frontera, sobrevivió dos meses lavando platos y con 1$ al día comía dos perros calientes. 

A Cesar Millan que se hizo famoso por ser el encantador de perros también no hace mucho la noticia de que uno de ellos lo había mordido se hizo viral, a mí se me quedó grabada por el meme que decía: "A César Millán lo mordió un perro el mundo se va a acabar."

Bien, en este punto me vi sentada en mi pequeño escritorio, sintiéndome como un punto muy pequeño en país nuevo, diariamente construyendo un algo. Entonces si, uno se siente avergonzado de que el mundo sea a veces tan traidor. Recapitulando las decisiones y pensando, será que todo me pasa a mí o habrá para todos. 

Lo cierto es que uno a veces se le olvida todos los peldaños que caminó la semana pasada o el año entero, el día a día, para construirse a sí mismo de alguna manera. 

Bien, luego me puse a dar las gracias hasta por el vaso de agua que me estaba bebiendo y fin de la cadena. 

10 abr 2017

La escribana del viento


Acabo de cerrar el libro La Escribana del Viento. Gracias por hablarme de cerca y contarme tu historia. Me vi de nuevo en esos días cuando papá me mostraba el mundo, quizás no había reparado en eso, por èl tengo imagenes atornilladas en mi cabeza. Me decía: 

_ Ana, pon atención a la calle derecha que lleva al cerro Santa Ana, por atención al indio caquetio durmiendo sobre la península. 

Me vi allí jugando en esos montes, que eran fascinantes. No, la peninsula no es plana como parece ser. Y disfruté de las comidas pobres que se repartían las protagonistas, mientras el viento no las dejaba en paz.

Cierro el libro y no quiero que me invada la tristeza. Quiero que alguien más me rescate de esta soledad auto impuesta. 

Querida Ana Teresa Torres: 

Nunca un libro me ha salvado, a veces ni siquiera los entiendo del todo, pero me gusta como suenan. Mi tio E me dice, la lectura no me salvará de la soledad pero te la amuebla. 

Tomé tu libro en Maiquetía como por ley de atracción, el viento, que tiene su propio sonido. sigue siendo el mismo, me advierte que no hemos cambiado mucho, que llevamos quizás 4 siglos sin agua, y lo peor, que aunque el mal pase la casa igual quedará rota, pero aprenderemos de nuevo a vivir en otra casa, bajo otro lugar que nos permite ser alguien.

El mal separa familias que no saben si volverán a verse. Las tierras siguen teniendo dueños y seguimos pagando al Cesar. 

Te agradezco las notas sobre la pertenencia en el libro. Aunque para entender estas pistas que dejaron los escritores, tengamos que pasar por el auto exilio. 

Finalmente, entendí que no estamos solos, a otros también se les ha ido la vida pidiendo justicia.

Con admiración se despide
Ana Brett

Pd: El dibujo es para usted.

5 abr 2017

Norte






















La lista va así

El norte, era una historia sobre la oscuridad de la casa larga.
Una vez rodando en el carro con papá, entender cómo sería un cuento de hadas, sin hadas.
Saber que esa calle mal hecha no me gustaba.

El norte era dibujar un payaso a los 8 años con rebeldía.
Escribir de nuevo Puta en la pared del callejón y decir "Fui yo"
El norte es escribir porque no tengo más remedio.

Es saber que le hacen falta nuevos libros que le hablen a mi monstruo dormido.
Es saber que no estoy de vacaciones y que un día perdido te revienta.

El camino es un dibujo, un experimento, una búsqueda.
Entender, entender.
Escuchar a Shulz, escuchar a mi pandilla, a una niña penosa de 8 años llamada Monona.

Yo tengo trazado un posible encuentro con ella algún día de estos.
Yo tengo que manifestar antes de que la casa se caiga.



1 abr 2017

CASA




El mundo no va a cambiar y tienes que rescatarte a ti mismo.
El talento parece ser lo único que los hombres ordinarios no pueden aplastar.

Recientemente Sofía Imber dejó este mundo, otra figura que murió en una Venezuela que no aplaude el talento, gobernada por marginales. Ella dijo algo que me hizo mucho sentido: "No tengo nostalgia por casi nada"

Viajar a Venezuela fue un duro golpe, me creí fuerte, para ver todo aquello, para ver la realidad de cerca. Y que eso no me nublara, que no me cegara ante lo que yo era. Pero la imagen de una calle que antes tenía un grado de decencia, y reemplazarla por un zamuro comiendo carne podrida, eso se me quedó bien adentro.

No tengo nostalgia por casi nada, dijo Sofía. Lo que tenía que aprender lo aprendí en sus etapas.

Tuve que lavar la nostalgia. Reconocer que me había tirado en una depresión que no servía para nada, todo se convirtió en miedo. No me dejó ser ni vivir el presente. Tuve que reconciliarme con el hecho de haber decidido estar lejos. Porque ya no puedo cambiarlo, porque lo que me enseñaron mis padres se queda conmigo, porque no vale la pena malgastarse en cosas que no existen. Mi realidad es esta y ser productivo es lo único que nos queda

Entonces en ese momento pude volver. Me costó dos meses verlo.
No renunciemos a ser lo que somos, no tengamos miedo, no lleguemos a otro país para que nos tengan lástima. Eso no ayuda en nada, todo lo contrario.

Repito lo que dice el poeta:
Cuando se está limpio de conciencia no se es inmigrante en ninguna parte del mundo.

Me lavo la nostalgia y le ruego, por la alegría de toda la familia que tengo, que ya no nos comparemos con nadie, con lo que somos basta. Y vendrá ese tiempo donde volvamos a ser dignos.

A ellos les dedico las imágenes que recogí de este viaje.