27 oct 2014

Alberto habla sobre Angora

Alberto Márquez editor de mi libro Angora, escribió estas palabras para ella, tengo la costumbre de guardar comentarios. Uno escucha y crece. Así que esta es la opinión de Alberto sobre la historia de Angora, una que te envuelve en la atmósfera de libro, una que agradezco viniendo de expertos:

Dibujos de Angora, dibujos que quedaron entre las tantas pruebas, pero imágenes de la pandilla de la que habla Alberto.

"Lo primero que quisiera es felicitar a Fundavag, por lo acertado y asertivo de haber convocado este primer concurso de literatura infantil. Los dos libros que hoy presentamos, tanto Trompájaro, de Eduardo Burger, el libro ganador, como Angora, de Ana Brett, obra que recibió una mención de publicación, son una prueba contundente de lo importante que son este tipo de eventos. Seguramente sin el concurso habría pasado mucho tiempo para que estos dos autores hubiesen podido dar a conocer de forma impresa sus respectivas obras.
Cuando Federico Prieto me preguntó si estaría dispuesto a presentar el libro de Ana creo que no sabía, aunque somos amigos desde los tiempos de la universidad, de mi pasión por la literatura infantil, ese género que corre por un cauce paralelo a la «otra» literatura. Lo digo porque estudié Letras en la Universidad Central de Venezuela y en ningún momento tomé contacto, en ese tiempo, con este maravilloso ámbito de la literatura. Pero tuve la suerte inmensa de trabajar dos años en esta institución que nos alberga. Aquí me desempeñé como director de librerías y, como muchos otros que han tenido la dicha de trabajar en el Banco del Libro, esta se convirtió, más que en un lugar de trabajo, en una escuela donde en realidad vine a aprender y, es más sincero de mi parte, a disfrutar de obras tan extraordinarias y creativas como la literatura que yo conocía. Tuve algunos maestros en este camino que me iban indicando, como suele suceder en estos casos, los autores que no debía dejar de leer. Recuerdo, por ejemplo, a María Elena Maggi, gran amiga, quien en estos mismos pasillos de arriba un día me preguntó si no conocía a Arnold Lobel como quien le pregunta a uno si alguna vez ha leído a Thomas Mann. Pues no, no tenía ni idea, nunca había escuchado ese nombre. Pero inmediatamente me fui a la librería y allí estaban Sapo y Sepo son amigos, Sapo y Sepo un año entero y El búho en su casa. De inmediato me di cuenta de que Lobel era un verdadero poeta, un gran poeta a decir verdad, y sus libros siempre me acompañan aunque suelo regalarlos y después estoy dando carreras para volver a dar con ellos. Lo mismo me fue pasando poco a poco con Janosh, Roald Dahl, Gianni Rodari, Maurice Sendak (Donde viven los monstruos y La cocina de noche también pasaron a ser de mis favoritos), Tomi Ungerer, David Mckee y tantos otros que sería imposible mencionar. Pero, además, como si fuera poco, tuve la fortuna de estar muy cercano a Ekaré y conocer nuestra literatura infantil, la venezolana, editada de forma impecable, y tener contacto con autores e ilustradores que, para mí, están entre los grandes. En el caso de la ilustración justo en este momento, desde hace dos semanas, en Los Secaderos, se está presentando una exposición conmemorativa de veinticinco años de trabajo de Rosana Faría, una de nuestras ilustradoras más destacadas, así que si no han ido todavía les recomiendo que no dejen de verla.
Pero vamos a presentar Angora, de Ana Brett, que para eso vinimos. No creo equivocarme y, si no que me perdonen mis compañeros en el jurado, si digo que desde el primer momento estuvimos de acuerdo en premiar a Trompájaro y darle una mención a Angora porque a todos nos gustó mucho. Y ahora hablo solo por mí. ¿Qué me gustó de este pequeño libro? Si tuviera que resumir, diría que tiene tres virtudes, que no son pocas. La primera, es una historia sencilla y redonda, bien construida, con elementos manejados con destreza y ternura, que se mueve alrededor del misterio y lo que podríamos llamar el «dato escondido». Los cuentos para niños funcionan como engranajes donde cada parte es indispensable y, si algo está de más, puede echar todo abajo. No debe faltar nada, pero si sobra puede ser aún peor. Hay misterio y hay aventura, ¿se puede pedir más? ¿No son el misterio y la aventura dos de los grandes disparadores de las pasiones humanas? Pero además, hay complicidad. Se trata de una pandillita de amigos tratando de dar caza a lo desconocido. Todos tenemos en nuestra niñez anécdotas de este tipo. Todos tuvimos nuestra pandillita de la cuadra o del edificio y salimos a buscar lo que nos parecía pudiera ser perturbador. Y aún ya mayores muchas veces sobredimensionamos señales y las distorsionamos, no ya creyendo que se trata de bestias o dragones, pero sí de inmensos problemas que cuando los confrontamos resultan ser, como en este cuento, pequeños gaticos que no representaban ningún peligro.
La segunda cualidad que encuentro en Angora es que está muy bien ilustrado. No es común en Venezuela que un autor sea al mismo tiempo ilustrador. Hay tradiciones como la anglosajona donde eso es más frecuente, pero en Venezuela no suele suceder. Y las ilustraciones tienen la misma carga emocional del texto, bien dibujadas, misteriosas, con gracia, haciendo que ese mecanismo de relojería que es el cuento mantenga sus tensiones en su desarrollo verbal y discursivo y en el despliegue de las ilustraciones.
La tercera cualidad, y con esto termino, es que Ana Brett logra en todo momento atraparnos en la red que nos lanzó. Desde la primera escena nos vamos detrás de la puerta verde a buscar esa sombra con la misma pasión con que lo hace la pandilla.
No quisiera terminar sin darle, a nombre de todos, felicitaciones también a Waleska Belisario, gran amiga y socia, por el diseño de este libro. Desde el primer momento que lo leí me lo imaginé bello, pero confieso que superó, en mucho, mis expectativas.

Y gracias, Ana, por regalarnos este cuento. Tu Angora se quedó conmigo y estoy seguro de que se quedará con cada uno de los lectores que tengan la suerte de leerlo."

Alberto Márquez
Jefe de corrección

26 oct 2014

Cosas amablemente recomendadas por Aniko.


Estas un poco perdido, comienzas a leer sobre el sur, sobre Argentina, sobre Buenos Aires.
Te preguntas si habrá ciudad para un bajo presupuesto y para un plan no turístico.
Un plan que sea de renovar energías gastadas, como ayudaría un parque, un bosque de Palermo.
Si se tiene poco a la mano, como ayudaría estar en paz, sentarse por ahí, comprar una botella de agua sin desgastarte, quizas comprar un vino y no sentirte culpable.

Hace varios días al borde de un colapso nervioso, para quien no sepa que en una ciudad, un país que se queda en retroceso, se le puede acabar el agua. Y la cosa es gravísima.

Lavarse el cabello y salir a caminar, que simple.
Tan simple que mientras caminas te quedas extrañado y te preguntas si ha habido alguna confusión.

Este no es un blog de datos para viajar, por eso las comparaciones, pero estoy de viaje.
Agradezco la visión de Aniko Villalba, pues ella es viajera nata y además es argentina.
Le pregunté si era posible ver algo más de Buenos Aires que no fuera muy turístico, entonces esta lista nació buscando alternativas.

Yo empecé por la Nro 5. Una pizza gloriosa.
Buenos Aires tiene mejor pizza que la misma Roma.

Pizzería Guerrin. Av. Corrientes.


Tomé sol en la reserva ecológica.
Caminé por San Telmo y hasta busqué por todos lados el Paseo Lanin, nos perdimos, pero me encontré con una Buenos Aires que no sabía que existía. Y un señor nos preguntaba que porqué queríamos conocer un paseo tan pequeño, con dibujos en las paredes hechos por estudiantes.

Solo me queda de la lista decir que esta vez BsAs es distinta, hace calor en primavera, para los no carnívoros existe la pizza, aun me falta ver la música en vivo, y agregaría lo que me encontré caminando. Vayan a las confiterias, vean los cuadros en las paredes, vean los muebles y los objetos. para qué perderse de la historia. Pidan cerveza quilmes negra.

La Confiteria Ideal. Aun va la gente a bailar tango. 1912





22 oct 2014

Bicycle Cafe

Postal #1 by Ana Brett

De esta primera parada.
Se siente que en cualquier momento alguien que conoces llegará.
para seder un puesto, para tomarse una Quilmes.

También por miedo.



Yo que me críe con mi mamá y con mis 5 tías supersticiosas,
una hermana que escuchaba voces de niños que no la dejaban dormir,
pues tengo que creer que de que vuelan vuelan.

Yo que vi a la madre María de San José, postrada en su urna de cristal,
cuando era una niña y por supuesto de la impresión  tuve pesadillas esa noche,
¿Estar eternamente metido en una urna?
tengo que creer en las cosas imposibles
y también en lo rápido que las olvidamos,
preferimos no verlas, quizás no recordarlas.

En este mundo todo duele, escuchas gente decir,
“Si Dios existe porqué permite unas cosas sí y otras no”.
Concluyo que en aquel rollo del libre albedrío,
¿cómo puede él oponerse a nuestras decisiones?.

Dónde esta Dios en los tiempos oscuros
mientras escuchamos de crímenes espantosos.
No descubro yo el agua tibia,
así que mi ecuación queda así:
Si de lo malo se desarrollan otros males,
también de lo bueno algo saldrá.

No tengamos miedo, dijo Juan Pablo II,
¿Se quitará el miedo viviendo?
¿será agarrando la araña peluda por las patas?
ir a conversar con el vecino, irse de viaje a un lugar extraño,
ver si somos capaces de sostenernos,
y a pesar del miedo, hacer.

21 oct 2014

Trip por dibujos y otros al sur.


¿por qué no?
¿si no es ahora cuando?

Darse dos minutos para dibujar postales de Chile, o dos semanas o dos meses.
veremos el sur de otra manera, con caminos que irán apareciendo.

En este blog habrán dibujos por dos meses.
La experiencia comienza el día de hoy.

4 oct 2014

Angora



Portada del libro Angora. Fotografía: Pablo Sanchez

Les presento a Angora.
y el porqué de ella.


Este es mi segundo libro, con él, quiero dejarles a todos, familia, amigos, lectores, a todos, un pedazo de Angora, que es la gata que patrulló las madrugadas de mi infancia, que no tiene rostro porque ella es todo y es nada, es el vacío, es la oscuridad donde imaginamos y completamos lo que falta de la realidad en nuestra imaginación, hasta exagerar las cosas y encender nuestras alarmas. Angora nos hace enfrentarnos al miedo, y a pesar del miedo, hacer y ser.

Me he preguntado qué es lo que hace que unos sean y otros sencillamente no.
Entonces creo que Angora va dirigido principalmente a los niños tímidos. Con la esperanza de que se den cuenta que está bien ser diferente, hasta silenciosos si quieren, pero también deben encontrar la manera de expresarse  e integrarse a los odiosos grupos de los que está formada nuestra existencia. Porque aunque probablemente el mundo no parezca estar hecho para andar por ahí sin personalidad, uno debe arreglárselas para salir adelante.

Así que de eso se trata Angora, de descubrirla y de que los pequeños lectores puedan recrearla en su imaginación a su manera, adornándola como prefieran, en suma, de hacerlos pensar en el milagro que somos.

Agradecida a todos por atender a los maullidos imaginarios, a las 35 páginas que ofreció fundavag para este concurso de cuentos, que disfruté muchísimo, y gracias a la fundación por imprimir en estos tiempos de valioso papel.

Ana. 
Fotografía: Pablo Sanchez


Ahora bien, este fue más o menos el discurso de Angora, es el porqué escribí sobre una gata imaginaria. Ahora será el turno de cada pequeño lector pintar la gata que desee desde su imaginación. Yo encantada de mostrar mi versión. 


Durante presentación del libro 4 de Octubre 2014. Niños dibujando.
Lo logramos!!!!!

Fotografía: Pablo Sanchez

Muchas gracias!!!
anabrettgrafitos@gmail.com