14 nov 2016

Habitaciones de la casa larga

Este encuentro con Artediem ha sido una gran experiencia, es como si hubiesen apretado el botón que faltaba para que estas imágenes que he tenido guardadas se pudiesen materializar desde otro punto de vista que antes no había contemplado.

La primera caja de tomate que intervenimos fue un día inesperado. Yo llegué a la tienda de Séptimo, vi una pieza que me gustó y quise comprarla diciéndole que se parecía mucho a las cosas que yo hacía. El vio mi trabajo y me dio una pieza, tráela cuando puedas y la ponemos en venta aquí. A la semana siguiente yo llegué con esto.



Había dibujado a mi personaje Guri, sentado en el columpio, y surgía en esta pieza algo que tenía muy visualizado desde hace tiempo. La colgamos en el muro un viernes y al día siguiente ya se había vendido a una pareja para el cuarto de su hija. Dijimos, sigamos trabajando en esto!

Hemos hecho varias intervenciones ya donde Artediem me ofrece sus cajas de tomate, o donde yo exploro con otros materiales también rescatados del desperdicio y que son restaurados agregándoles una nueva historia. Por lo que ha sido una exploración en todo sentido, tanto en la búsqueda de materiales hasta el rescate de instantes de la memoria, porque cuento sobre las maderas la historia que quería contar.

Lo que ven sobre el muro de Artediem, es el despliegue del libro de mi infancia y lo que me quedó de ella. Intento siempre rescatar las partes buenas, la parte de la curiosidad, la parte de la observación, la idea de quedarse con algo en la mente antes de ir a dormir y que eso produzca un sueño. Que a la mañana siguiente puedes materializar con algo, asi sea con un dibujo o contándole a tus abuelos lo que soñaste, o a tus primos, y que tus primos digan vamos a jugar a eso, a que la cama es un barco, a subir a los árboles a cazar gatos y ballenas.

Estos personajes de "Las habitaciones de la casa larga", ha sido un ejercicio de lenguaje personal. Por aquello de que mi abuelo llamaba a sus amigos con el nombre del animal que más se le pareciera, por lo que sus festejos incluían toda clase de especies de aves, haciéndose llamar a el mismo el Chuchube. O en el caso de mi abuela materna quien le daba cualidades humanas a los objetos. Este lenguaje me ha acompañado en todo este tiempo.

En las habitaciones los niños despiertan, viajan y se encuentran en el sueño, suben a los árboles, cuando ya la madrugada es mucha regresan a sus guaridas, para esperar otra noche u otro sueño.


Gracias a todos los amigos que estuvieron, a la increíble colaboración de Séptimo, a todos los que llenaron la noche, los que compraron estas piezas...
Nos veremos más seguido entre historias y dibujos.

Muchas gracias!!