22 mar 2017

Pasear dentro de la casa
























Pasear dentro de la casa de uno de tus favoritos
Barragán

Amor



Los días 22 de marzo, al regresar de la escuela, le pedía a María que me dejara ayudar a servir los platos en la mesa. Y les hacía un lugar aparte en la casa, con mantel y velas, decoraba el plato con la comida que tocara ese día.

Siempre quería que tuviesen su momento aparte.
No comerán con nosotros? No, hoy vamos a comer en la cocina.

Algunas veces le dejaba flores, y cartas, donde escribía sobre la vida que les pronosticaba un adivino. Donde evidenciaba que tendrían tres hijos y que viajarían mucho a las montañas, pero que también irían a Aruba con una bolsa de panes que durarían todo el viaje pero que se acabarían el mismo día. Todo eso lo dijo el adivino.

Y ellos reían, porque todo fue cierto, porque también dijo que irían a Caracas a comprar zapatos y que sus hijas los dejarían olvidados en una piscina de los Andes.

Cuando peleábamos, cuando yo era niña rebelde y desafiaba, pero tocaba aniversario, olvidábamos eso y siempre encontraban flores en el baúl country al pie de la cama. Ese aparatoso mueble que sobrevivió a la mudanza, guarda sábanas de 37 años juntos.

Saquen las copas rojas del gabinete, las que los han acompañado desde su matrimonio, que aún son brillantes y hermosas, que han agarrado un aire místico con los años y celebren hoy.

Con amor desde la distancia
su hija
Ana Isabel