Nota

Tenia que pasar por aquí y decir que ella me mostró que su vida sería larga y solitaria. Ella que lleva mi mismo nombre.

https://www.youtube.com/watch?v=-dPcz_cxDa4

Maqueta

Por recordar

resbalé en una realidad que hoy no existe

fui a tocar su timbre y ya no estaba

aquello que éramos antes de crecer

nos volvimos huraños, poco atractivos.

Quien puede decirnos cómo volver,

si la vida pega duro.

Ellos y sus mentes se fueron.

ya no están aquí,

solo nos queda extrañar,

viven solo los recuerdos,

incluso cuando estamos todos juntos

ya no hay palabra que nos conecte

lo que éramos antes, siendo apenas unos críos 

se perdió para siempre 

y produce nostalgia.

Esto será largo y era una necesidad de madrugada.

Me vendrá bien salirme de los causes tormentosos que aprietan el estómago y causan jaquecas, aunque nos cueste pensar en las alternativas que tenemos estos días, quedarse o irse, y preguntarnos porque estamos todos comiendo ansias.

¿Si aquí no somos nadie, allá afuera lo seremos?. ¿Nos borraran sin tarjetas de crédito, sin cuentas, con dinero en efectivo bajo el colchón?.  Así nos preguntamos cómo se crece si nos vamos. Cómo nos ayudamos. La vida es igual de dura aquí o allá porque no vivimos en hermosos prados con árboles frutales donde estirar la mano y coger alimento, vivimos en el asfalto y en la espera que la gran industria nos eche caramelos como en carnaval. 

La diferencia está en que aunque la vida sea dura, afuera ya aprendieron de buenos modales, a sembrar árboles, a cumplir con la ley.  Mientras estas rodeado de miseria nos volvemos personas miserables. En los pasillos del supermercado observas como nos angustiamos para obtener un producto, la misma cuestión de la selva, los más vivos salen adelante.  Mientras otros ven indignados las desgracias pasar, por las situaciones desesperadas.

Justo el viernes un grupo de gente armada entró a la casa del vecino de mi abuela a llevarse una nevera vieja y par de cosas baratas.  Luego piensas pudo haber sido su casa y tiemblas.

Quiero meditar sobre esto para dejarlo aquí.

Vivir con miedo es vivir la vida inútilmente. Abuela por sí misma se ha enfrentado a malandros sola con su garrote y sus 90 años, sin miedo o por reacciones del momento. Pero demonos cuenta que ese miedo hace que salgamos menos, que vivamos menos, pues nuestras calles están quedandose abandonadas.

No nos convirtamos en la desgracia de personas que quieren nuestros opresores que seamos. No olvidemos que aquellos que creyeron y creen en ideales rojos, en los males y en los mitos, también padecen las mismas angustian, tampoco se han dado cuenta que las leyes por las que votaron los perjudican. De donde sea que vengamos, duramente es de aceptar que ellos son primos, amigos, hermanos, cuñados, abuelos, nuestros.

Simplemente no podemos vivir atormentándonos. La angustia nos está haciendo conocer la ulcera, la jaqueca, nos sentimos en un pozo sin salida, nos enfrentamos diariamente a más de los problemas que creíamos poder aceptar, en principio, por dignidad humana.  Es que está claro que no les interesa un pueblo sano. ¿Es la historia del mundo? Liberar supuestos pueblos oprimidos y adoctrinar gente sin educación. ¿Alguna vez volveremos o ya no hay retorno?

He visto con mis propios ojos, como se ha caído pedazo a pedazo lo que era nuestro.  Sigo odiando los grupos, pues las personas autoritarias y resentidas necesitan súbditos  para imponer ideas e ideales. Encontrando en el camino gente débil de mente que no buscan hacerse su propio juicio, sino creer en héroes y libertadores que a estas alturas, los saquen de la miseria, pero de la miseria se sale solo individualmente. 

Qué mundo tan cruel te has vuelto. Yo no te conocía bien. Yo te conocía trabajador. No sabía que existía el socialismo, pero escuchaba de Cuba, no me importaba Fidel, a mí solo me llegaba la trova y la bailaba con mi padre, a los 15 años, prefería siempre la tonada de luna llena, el café y la arepa que el mojito.

¿A quién culpamos? Un chavista me dijo el otro día: “Niña viva esta vida que nos tocó” y le respondí “¿Nos tocó O no las impusieron? 

Resulta que por esa vida que nos tocó la gente se están llevando el país a otra parte, todas las semanas despido algún amigo, nuestro grupo se dispersó por el mundo.  Se van los que hacen país.  Los que publican libros, los que hacen música, orfebrería, los petroleros, los médicos, los investigadores, los maestros (ojo, los maestro con sentido común) , ustedes, nosotros, hacemos país y ahora se está fragmentando. Cada quien ha metido en su maleta lo que puede y adiós luz que te apagaste. 

Uno de mis amigos más talentosos lo despedí hace tres días, me dijo: “Aún no me lo creo, me voy, pero es que no me quedaré aquí para andar de mártir”. Y acabo de darme cuenta que él fue el único que no me habló angustiado y tampoco me habló de dinero. Solo me dijo: “Si tú quieres hacer algo con tu vida, no te detengas por dinero porque siempre hay oportunidades, hazlo y ya”.

Bueno haré café porque ya me encontré con las cuatro de la mañana.  

Depués de hablar.

Perdóname Mamá por hablar de manera tormentosa estos días. Perdóname por no dejarle las angustias a los diarios, en la iglesia o a una clase de meditación. 

Hablar angustiosamente nos expone a la idea de que en tiempos difíciles serás uno más del montón que pierde el control. 

No te escucho a ti Mamá quejarte de nada, si tú te quebraras no nos quedaría más remedio a todos los demás que seguirte.  Pues las palabras calan, son poderosas, alivian o agotan. Las malas palabras pueden dejarte toda una noche desvelado, pero una bendición, un té antes de dormir, de los que hace Mamá, un saludo de buenas noches, eso sí te hace dormir placenteramente.