30 nov 2015

Cosas


A veces a uno le da por bajar aguacates de las matas,
y pensar que estas en la casa donde creciste, 
a veces las paredes se vuelven más anchas y te pones a pensar en aquella cama invadida que dejaste, 
en aquellos objetos que se están pudriendo de calor en el closet cerrado.

El vestido de bordados esta a oscuras, las reliquias que habías recolectado. Los libros viejos y los que no alcanzaste a leer.

Cuando estas afuera, ya que pueden importan el par de zapatos y la maleta donde nadaban tres trapos, que improvisaste antes de salir de casa. Porque los planes se arman en el camino, porque la casa guarda cosas y no sabes si las volverás a ver, terminan siendo llevadas de mano en mano. Haciendo también esos objetos su viajes propios. 

Entonces nos quedamos con las cosas indispensables, y aprovechas esos días que te regalan amigos, y aprovechas de recordar las cosas que estaban registradas en la memoria, y las vuelves hacer como las hacíamos antes.





2 comentarios:

  1. Muy bueno, me encanta la sensación de contrariedad que crea el relato!

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    1. Ohhhh Gracias Luis viniendo de ti, sobretodo porque porque estaba buscando respuestas. Muchas gracias por comentar :)

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